Siendo uno de los elementos básicos de la cultura hip hop, el graffiti en España surgió, al igual que en Nueva York (cuna del graffiti), de manera paralela al breakdance, el rap y el turntablismo. Habiéndose presentado en los años ochenta, el tagging, sobre todo en la ciudad de Madrid, comenzó a abrirse paso entre muchos jóvenes en la ciudad, estampándose en las calles, los metros y las estaciones.
Usando rotuladores en un principio y después popularizándose mediante el aerosol, el graffiti en España adquirió con los escritores de la ciudad un estilo particular, diferente al que se daba en Estados Unidos y en el resto de Europa, destacándose por haber aparecido de manera espontánea.
Con Muelle como pionero del movimiento en España y como referente para la época, habiendo irrumpido y esparcido por diferentes zonas de la ciudad se nombre, fue seguido por diferentes exponentes dentro de España que se consolidaron como estandarte e íconos respetados dentro del movimiento. Dos de ellos son Glub y Bleck (La Rata).
La evolución del graffiti y los escritores
A la primera movida de escritores, en la cual se encontraban los ya nombrados Muelle, Blek y Gulb, se le denominó graffiti autóctono madrileño, así como Flecheros, por la regular aparición de flechas dentro de sus obras.
Con los años, los estilos de graffiti se vieron influenciados por los ya establecidos en Estados Unidos y en Europa, ampliándose los márgenes estéticos. Es en estos años que aparece el grupo QSC, con escritores reconocidos como Kool, Jastone, Snow, Seine y Koas.
A finales de los años ochenta y principios de los noventa, se destacan los grupos varios grupos de escritores. En Madrid a SPC Y PTV, habiéndose encargado de los metros en la ciudad. Por otro lado, en Barcelona se destacaron DTY y A3.
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